El compromiso de la Iglesia en La Serena con el campamento La Varilla: Diversos almuerzos en terreno

Un gran número de personas que habitan en el campamento La Varilla, ubicado en el sector de la Compañía Alta en La Serena, se encuentran sufriendo las lamentables consecuencias que ha provocado el COVID-19. Por ello, y ante la escasez de insumos básicos, abrigo y alimentación, diversas comunidades eclesiales presentes en el sector norte de la capital regional, apoyados igualmente por la Pastoral Social – Caritas Arquidiocesana, se han unido con el objetivo de colaborar en cubrir estas carencias, especialmente en el ámbito alimenticio, realizando todos los días sábado una olla común para entregar almuerzos a 200 personas pertenecientes a la comunidad “Doña María”.

Las comunidades impulsoras de esta iniciativa, las Religiosas Dominicas de la Anunciata, Hermanas de la Providencia, Hermanos Maristas y la parroquia “San Marcelino Champagnat”, han desarrollado una red de ayuda para entregar un plato de comida a quienes más necesitan.

El Padre Rodis Christensen, párroco en “San Marcelino Champagnat”, comentó que “a raíz de las misiones desarrolladas en el verano, pudimos percatarnos de las graves carencias que tienen. Luego de eso, dimos el paso ingresando a través de la catequesis familiar. Al ir agravándose la situación, por las consecuencias de la pandemia, decidimos ayudar también en lo social. Como parroquia no dimos abasto con la gran cantidad de necesidades que tienen los habitantes de ese lugar. Para ello, coordinamos las ayudas junto a otras comunidades religiosas, con tal de auxiliar a todos y no una sola parte. Es aquí donde la Iglesia se vuelve transversal en la ayuda social, abriendo un campo para acompañar en lo espiritual y la promoción humana, más allá del asistencialismo”.

Por su parte, la Hna. Oriana Román, Asesora de la Comisión Arquidiocesana de Migrantes, expresó que “esta actividad busca aplacar la urgencia de alimentos por parte de numerosas familias que han venido a Chile buscando una nueva oportunidad de vida. Lamentablemente, se han quedado sin trabajo –ya que desarrollan el oficio de temporeros-, no pudiendo pagar sus arriendos y trasladándose a esta toma de terreno. Hay de diversas nacionalidades, tales como haitianos, venezolanos, colombianos, peruanos, chilenos, entre otros, siendo lo más carenciados los migrantes, pues no reciben ningún tipo de ayuda”.

Proyecto Cuaresma

Sin lugar a dudas, esta red conformada por comunidades eclesiales presentes en la Arquidiócesis de La Serena necesita de la ayuda de todos. Por ello, la Pastoral Social – Caritas de la Arquidiócesis apoyó la iniciativa con fondos de la Campaña Cuaresma de Fraternidad 2019, específicamente con dineros destinados al proyecto “Cristo migrante del mundo”. Esto gracias al acuerdo entre los directores de pastoral social a nivel nacional, junto con los encargados de proyectos, quienes solicitaron al Consejo Nacional de Cuaresma aportar con el 10% de los fondos de cada iniciativa y entregar ayudas a los más necesitados dada la emergencia sanitaria que se vive.

“El proyecto Cristo migrante del mundo se está desarrollando en modo online, dada la contingencia. La iniciativa es gracias a los aportes de la Campaña Cuaresma de Fraternidad del año pasado, entregando orientaciones legales, sociales y pastorales a personas de otras nacionalidades. Pero, debido a la emergencia sanitaria y las consecuencias que ha provocado, se realizó un cambio de presupuesto,  autorizado por el Consejo Nacional de Cuaresma, otorgando un porcentaje para la compra de alimentos, entregados en campamentos para suplir esta necesidad. Desde luego es una ayuda importante, pero necesitamos la ayuda de todos. Por eso, los invito a acercarse a su parroquia y colaboremos con esta hermosa obra”, expresó Natalia Villalobos, encargada de ejecutar el proyecto Cuaresma para el presente año en la Arquidiócesis.